“¡Cepíllate bien!” es una frase que a muchos nos lleva directamente a nuestra infancia, ¿cuántas veces la habremos oído? ¡Infinitas! Pero, a pesar de ello, ¿sabemos realmente cuáles son las claves de un correcto cepillado? ¿Y es eso suficiente para una adecuada higiene bucal? Te lo contamos a continuación.
Una higiene bucodental óptima es la base de la salud de tu boca, ya que previene la aparición no solo de caries, sino también de enfermedades periodontales que, al atacar a las encías y otros tejidos de soporte de los dientes, comprometen su firmeza. A continuación te damos unas pautas para una correcta higiene bucodental.
El cepillado diario elimina la placa bacteriana y estimula la circulación en los tejidos de las encías. Es recomendable limpiarse los dientes después de cada comida o, como mínimo, dos veces al día, durante al menos dos o tres minutos cada vez. Para ello, puedes utilizar un cepillo manual o eléctrico. El cepillo debe ser pequeño, suave y con cerdas redondeadas; cuando estas se arqueen será el momento de cambiar de cepillo (cada 3 meses, más o menos).
Si utilizas un cepillo manual:
1. Colócalo en un ángulo de unos 45º con respecto al borde de la encía; haz pequeños movimientos hacia adelante y hacia atrás, y circulares (sin restregar el cepillo sobre el diente o la encía).
2. A continuación, cepilla las superficies interiores o la parte de atrás de las muelas usando los mismos movimientos, hacia adelante y hacia atrás o circulares.
3. Voltea el cepillo y utiliza la punta para limpiar la superficie interior de los dientes, tanto de los de arriba como de los de abajo.
4. Limpia las superficies de masticación como si refregaras la zona. Cepíllate la lengua y luego enjuágate bien.
Si empleas un cepillo eléctrico:
1. Antes de encenderlo, aplica la pasta de dientes y apoya el cepillo contra los dientes (así evitaras salpicar).
2. Coloca el cepillo en posición horizontal y muévelo despacio sobre la línea de la encía. Mantén el cepillo sobre cada diente durante algunos segundos.
3. Mueve el cepillo lentamente de un diente a otro sobre las superficies internas (posa el cepillo sobre los incisivos inferiores durante un poco más de tiempo, ya que es donde a menudo se acumula el sarro).
4. Limpia lentamente las superficies de masticación, manteniendo el cepillo unos segundos sobre cada diente. Desliza los filamentos suavemente, dejando que el cepillo haga la mayor parte del trabajo.
Además de un adecuado cepillado, debemos completar nuestra higiene bucal utilizando el hilo dental una vez al día. Consulta a tu dentista cuál es el tipo de hilo que debes utilizar. Con él podrás acceder a los espacios a los que el cepillo no llega; pásalo por ambos lados de cada diente, antes o después del cepillado, como te indicamos a continuación:
1. Envuelve unos 30 o 40 cm de hilo alrededor de tu dedo corazón, sujetando una porción de hilo entre los dedos índice y pulgar de cada mano.
2. Desliza el hilo entre dos dientes. Mueve el hilo hacia arriba y hacia abajo, presionándolo primero contra un diente y luego contra el otro. Asegúrate de llegar hasta debajo del borde de la encía, que es donde se acumula la placa.
Si tienes un puente fijo, emplea el enhebrador para que el hilo pase por debajo del puente o de los alambres.
Estas son solo unas pautas básicas para una correcta higiene bucodental. básicas de higiene, pero no olvides que en la clínica tu odontólogo o higienista te marcará un plan de higiene adaptado a tus necesidades específicas, que te ayudará a mantener tus dientes y encías limpios y libres de placa. Y no dejes de acudir a las revisiones periódicas, ya que será ahí donde tu dentista supervisará si esas pautas ofrecen los resultados esperados.