Existe la creencia de que las caries en los dientes de leche no se deben tratar porque son dientes que tarde o temprano, se reemplazarán por los dientes permanentes.
La caries es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. Según el Consejo de Dentistas, un 31% de los niños menores de 6 años tienen caries en dientes de leche y de éstos, un 80% no ha recibido el tratamiento necesario.
Esta enfermedad está causada por las bacterias que se encuentran en la cavidad oral, que segregan ácidos al metabolizar el azúcar presente en la placa dental. Con el paso del tiempo, estos ácidos provocan la desmineralización del diente, causando daños en la superficie o esmalte dental.
Las caries en dientes de leche pueden ser a simple vista difíciles de localizar. Empiezan como pequeñas manchas de color blanquecino que, si no se tratan a tiempo, se puede extender a las capas más profundas (la dentina y la pulpa) y provocar una cavidad, dolor, infección e incluso la pérdida de piezas dentales.
“Debemos olvidarnos de la idea de que no es necesario tratar una caries en un diente de leche porque se va a caer. Una caries sin tratar puede causar infecciones, provocar la pérdida del diente o generar problemas en los dientes definitivos” explica Maitane Naya, odontopediatra en Clínica Dental Urumea.
Los dientes de leche aparecen alrededor de los 6 meses y no es hasta los 6 años que empieza el cambio de las piezas temporales por las definitivas. Los dientes de leche permiten al pequeño aprender a masticar y deglutir bien, además de que ayudan en el desarrollo del habla y los sonidos de forma correcta.
Las lesiones de caries pueden avanzar en las diferentes capas del diente, y si llegan al nervio, pueden provocar: dolor, infección, hinchazón de la cara (posible ingreso hospitalario si esta infección no se puede tratar de forma oral), alteraciones en la formación de los dientes permanentes que vienen por detrás y/o alteraciones en la posición de los dientes que están a su alrededor. Además, cuanto más avanzada está la lesión, más complicado es su manejo (tratamientos más invasivos: anestesia, más tiempo de sillón, nervios, etc.). Por eso es tan importante tratar lo antes posible un diente temporal afectado por caries!
¿Se puede evitar la caries?
¡Se puede y se debe! Hoy por hoy sabemos que es una enfermedad totalmente prevenible, ya que ocurre por un desequilibrio en la boca provocado por una dieta con una alta frecuencia de ingesta de azúcares, presencia de placa bacteriana y un cepillado en ausencia de pasta fluorada. Consigue que tu peque tenga una boca sana siguiendo las siguientes pautas:
- Limpia sus dientes 2 veces al día desde la erupción del primer diente
- Utiliza un cepillo manual con cerdas de nylon y pasta dental fluorada (1000-1500ppm)
- Por la noche, antes del cepillado, utiliza el hilo dental si hay contacto entre dientes.
- Realiza un cepillado rápido y eficaz, con movimientos de barrido y levantando el labio superior.
En este video te enseño cómo cepillar los dientes a tu bebé.
Maitane Naya explica “El cepillado debe ser realizado por los padres hasta los 5 años y supervisado hasta los 8”. Un niño no consigue llegar a las zonas donde se acumula la placa de la misma forma que lo hace un adulto.
Las revisiones, clave en la prevención
Naya añade “La recomendación de la Sociedad Española de Odontopediatría es realizar la primera visita al odontopediatra con la salida del primer diente. En esta visita estableceremos el riesgo de caries que tiene el paciente y estableceremos las pautas preventivas correspondientes».
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