Si sientes que el tejido gingival o encía se ha retraído dejando descubierta la raíz de tus dientes, seguramente estés sufriendo una recesión gingival.
La recesión de encía se puede tratar, pero es necesario una valoración profesional para ver la mejor solución posible.
La encía, soporte del diente
Cuando hablamos de salud en los dientes, no hablamos sólo de mantener la estructura (raíz y corona) en buen estado, sino que nos referimos también a los responsables del soporte de los dientes. El hueso es la parte dura que sujeta al diente mediante un ligamento (ligamento periodontal) y la encía es la parte blanda que tapiza el hueso y sirve de banda selladora que protege al sistema de soporte y a la raíz.
Si la encía no se encuentra en buen estado, puede ser síntoma de una mala salud bucodental.
La retracción de las encías
La retracción gingival (o recesión de la encía) es un proceso por el cual el margen de la encía sufre un desplazamiento de su posición normal (límite entre la raíz y el diente), dejando parte de raíz a la vista.
La raíz debe estar cubierta, por eso en el momento en que queda a la vista, puede acarrear problemas bucodentales tales como:
- Sensibilidad dental
- Desgaste radicular
- Mayor índice de caries radiculares
- Menor sujeción del diente en los maxilares
- Dolor e irritación al cepillado
- Problemas estéticos
¿Por qué se retrae la encía?
La encía se puede retraer por uno o varios factores al mismo tiempo.
Factores predisponentes
Existe una serie de factores predisponentes en cada persona que hacen que existan más posibilidades de que un paciente pueda desarrollar recesiones en sus encías. Los factores predisponentes más habituales son;
- Encía fina: Una encía fina es una encía que puede dañarse con más facilidad, por ello tiene tendencia a la retracción gingival.
- Inserción alta de los frenillos: Si el frenillo tiene una inserción alta, puede provocar estiramiento de la zona, produciendo recesión gingival.
- Excesiva prominencia de la raíz.
- Encías dañadas por problemas con la ortodoncia: Un mal tratamiento ortodóncico puede ser la causa de recesiones gingivales, al realizar malos diagnósticos y planes de tratamiento, sin respetar los limites del hueso o aplicando fuerza excesiva. Son cada vez más los casos de pacientes con raíces de dientes fuera del hueso cortical, que les obliga a pasar por una cirugía bucal.
Factores desencadenantes
También existen unos factores desencadenantes que hacen que estas recesiones se desarrollen y aumenten con el tiempo. Los factores desencadenantes más habituales son:
- Enfermedades periodontales como la gingivitis o periodontitis: La constante y prolongada inflamación de las encías por acumulo de sarro o placa dental puede producir la destrucción del hueso que sustenta los dientes. Si no se trata a tiempo, puede provocar además retracción en la encía.
- Cepillado traumático: Una mala técnica en el cepillado o aplicar demasiada fuerza al cepillarse es una de las causas más frecuentes de retracción gingival.
- Oclusión desfavorable: Si los dientes están mal colocados respecto a los demás (apiñamiento o mala posición), seran más sensibles de sufrir retracciones de encía.
- Prótesis mal ajustadas: Una prótesis mal colocada o mal ajustada, puede provocar un desgaste de la encía debido al roce y como consecuencia una retracción de la misma.
¿Es posible recuperar una encía retraída?
Una vez que la encía comienza a retraerse, es imposible que se regenere por si misma. Por eso es necesario acudir a un periodoncista para ponerle solución. Mediante un examen exhaustivo, el especialista propondrá una cirugía que permite volver a cubrir el diente que ha quedado descubierto. En función del caso se opta por un tratamiento u otro.
En este post del Blog te cuento los Tratamientos para la recesión de encía.
